Una Historia Del Camino
Por Nacho, fundador de La Fuente Casa de Austria
En el año 2000 hice por primera vez el Camino de Santiago.
Por entonces trabajaba en Bodegas Valcarlos de Los Arcos, grupo Faustino. Antes de salir del Camino de Santiago, mi jefe me dijo: “Hay que comprar tierra para poner viña”, así que puse carteles por todas panaderías, centros de reunión, bares etc. y me fui. Hice Roncesvalles - Santiago, 740 kilómetros en agosto y, ese verano, me enamoré del Camino.
Cuando volví a Navarra, de donde soy y he crecido, una monjita me llamó y me dijo: “Tengo aquí un pedazo de tierra”. Eran las doce del mediodía y fui a ver las tierras que estaban al lado del Camino, entre los Arcos y Torres. La monjita me comentó que también tenía una casa, que en un principio, a mí no me interesaba para nada. Pero a la una nos íbamos a comer en el trabajo, y eran la una menos cuarto, así que pensé: “Veo la casa y luego me voy a comer”. Y cuando vi la casa, con sus dos patios amplios y que estaba pegando a la calle mayor, me dije: “Este es el sitio perfecto para poner un albergue”.
Y así fue que decidí comprarla y rehabilitar la casa para hacer un albergue. Era una casa muy antigua, el salón era más pequeño, en donde está la habitación 1 había un gallinero y en el patio de
atrás una cuadra. Entre la compra y la reforma tardamos un año en tenerla lista. Y, buscando un poco de orientación para abrir un albergue de peregrinos, mientras seguía trabajando en la bodega,
escribí a todas las Asociaciones de Amigos del Camino que encontré. Escribí a gente de muchos países diferentes, pero nada más mandar el correo a los Amigos del Camino de Austria, me llamó
Helmut.
Helmut era el presidente de los Amigos del Camino austríacos y me llamó por teléfono diciéndome que estaba en España. Como daba la casualidad de que teníamos una comida de empresa en la bodega le
dije “quédate a comer y así ves la bodega”. Claro, yo con corbata y tal daba una pinta muy buena. Helmut vio las obras hechas, casi para terminar, y la comida terminó en el Mónaco tomando una
cerveza. Helmut quería que firmase en ese mismo momento para ser parte de su asociación y yo le decía “Helmut, que no estoy para firmar”, pero se había emocionado con el proyecto del albergue.
Helmut me dijo que si yo me comprometía a poner los precios bajos y el nombre “casa de Austria”, él me enviaría hospitaleros y una aportación económica al año, ese era su compromiso. Pero pasaron los
meses y, a punto de abrir, dejé de tener noticias de Helmut. Tiempo atrás, mucho antes de hacer yo el Camino, les pregunté a unos peregrinos que fueron a comer a la bodega Faustino, qué nombre le
pondrían a un albergue en Los Arcos. Me dijeron “La Fuente, que esta es una etapa bien seca”. Así que, por si acaso no aparecía Helmut de nuevo, llamé al albergue “La Fuente”.
Al final, Helmut me contactó otra vez y firmamos el contrato a finales de 2002. En 2003 abrimos el albergue “La Fuente Casa de Austria” y la Asociación de los Amigos del Camino Austríaca, presdidida
por Helmut, me envió por entonces a los primeros hospitaleros.
Desde entonces este siempre ha sido un lugar de encuentro de culturas, historias y personas. Nuestras puertas han estado siempre abiertas a hospitaleros de todas partes del mundo, que con su buen
humor, sus ganas de ayudar y su vitalidad, siempre han hecho honor a su título, ofreciendo su hospitalidad. Y a todos los peregrinos que con sus caminos nos traen sus vidas, sus alegrías, sus
esperanzas, y le dan el sentido de ser a nuestro albergue “La Fuente Casa de Austria”.
Nota 1: la Asociación de Amigos del Camino Austríaca cerró hace unos 10 años, pero por respeto a quienes creyeron en el proyecto
desde el principio y, ya que aparecemos en múltiples guías bajo este nombre, lo hemos a lo largo de los años.